Saturday, June 28, 2008

Las absurdas políticas del gobierno

Este año 2008 se ha caracterizado por presentar una situación global difícil para todo el mundo. Vimos el encrudecimiento de una crisis financiera global, y la desaceleración económica que mantiene aun el debate de si habrá una recesión global o no. El precio del petróleo se ha duplicado en lo que va de este año, y nuestro gobierno ha adoptado quizás la mas absurda medida concebible para reducir el consumo de petróleo en el país: la prohibición de circular por todo el casco y la periferia metropolitana. Si Alan Greenspan supiera lo que ha hecho el gobierno, de seguro se reiría a carcajadas.


Petróleo, una razón económica. Según estudios, los países en desarrollo gastan más dinero en petróleo por cada dólar de su Producto Interno Bruto (PIB) que los países desarrollados. Esto se debe a varias razones, las más importantes de ellas, el crecimiento demográfico y la rápida expansión económica. El gobierno no ha entendido que la gente no se desplaza por San José por el placer de conducir a través de la ciudad. La gente tiene que ir a sus trabajos, los vendedores tienen que ir a visitar clientes, las empresas tienen que ir a entregar sus productos y servicios. La política de gobierno en cuestión es un lastre al flujo de productos y servicios, lo cual tendrá como consecuencia que las empresas produzcan menos. Por este descenso en la productividad, contratarán menos personas y pagarán menos impuestos pues sus utilidades serán menores. La factura petrolera se podrá reducir, pero la recaudación fiscal también. En un plano macroeconómico, todos estos factores hacen que el país, en general, se vuelva menos productivo, menos atractivo y en resumen, menos competitivo.

Primera contradicción: generación eléctrica. Mientras el gobiernos nos prohíbe circular por la ciudad con la excusa de ahorrar combustible, el ICE sí se da el lujo de operar numerosos generadores eléctricos a base del combustible, produciendo la energía más costosa y mas sucia posible después de la quema de carbón. Pero no es el ICE el que debe de dejar de quemar combustibles, somos nosotros, los conductores, quienes debemos guardar nuestros autos.

Segunda contradicción: RECOPE. RECOPE, el monopolio del estado, es un nido de ineficiencia operativa y administrativa. Un monopolio acaba con el concepto de Joseph Schumpeter „creación destructiva“, en donde competidores emprendedores con un mejor sistema de organizar recursos y capital de trabajo, o con mejor tecnología, destronan a aquellas organizaciones que operan de forma ineficiente. Las ineficiencias con que funciona RECOPE nos obligan a todos a pagar un premium por la gasolina, premium que se hace necesario para sufragar la ineficiente operación de RECOPE. Otras empresas podrían producir lo que hoy importa RECOPE, a un precio mucho menor del actual. El mercado del combustible sigue siendo un monopolio estatal controlado por un dinosaurio viejo e inefectivo, pero somos nosotros los conductores los que debemos hacer frente al ahorro en el consumo de combustible.

Legalidad. Que de por sí la prohibición de circular tiene un tono de inconstitucionalidad, pues está en clara contradicción con el art. 22 de la Constitución Política de Costa Rica, el cual estipula el derecho de todos a desplazarnos por el territorio nacional sin restricciones.

Soluciones. A corto plazo, no hay una forma de reducir el consumo petrolero sin impactar negativamente los diversos indicadores económicos del país. Lo que el gobierno puede hacer es tomar una responsabilidad más seria, y a) diseñar una política energética holística que fije un norte claro con objetivos medibles. El gobierno puede, mediante política fiscal, b) incentivar la compra de vehículos de alta eficiencia, y castigar severamente mediante impuestos a los vehículos altamente ineficientes, algo similar a lo que hacen los europeos con los vehículos y sus emisiones de carbono. Las leyes infranqueables de un mercado libre mostrarán, que si el gobierno reduce en un 50% el impuesto al ruedo y elimina del todo el impuesto de ventas de los vehículos híbridos, los consumidores los empezarán a comprar por una simple cuestión de atractivo pecuniario. El gobierno puede c) fijar un plan, con sus respectivas fuentes de financiación, para producir en el mediano-largo plazo energía limpia que no dependa de la quema de combustibles fósiles. Pueden también d) abrir el mercado del combustible, para que los precios los fije la oferta y demanda, y no un ente regulador que siempre sufrirá las influencias de la miopía política. Pero fundamentalmente, e) debe abrir el mercado de los combustibles a la libre competencia, para que se dé la “creación destructiva” de Schumpeter, y dejemos todos de pagar ese premium a la ineficiencia. No hace falta privatizar RECOPE: la misma creación destructiva se encargará de obligarla a hacerse eficiente o simplemente desaparecerá y será sustituida por organizaciones más eficientes.

1 comment:

Federico Malavassi said...

Coincido en tus precisos comentarios. Tanto los de oportunidad como los de juridicidad de las desconcertantes medidas gubernamentales, rayanas en arbitrariedad.

Adelante con estos comentarios.

Un abrazo,

Federico Malavassi