El día de hoy se celebró en Suiza un evento que no es para nada inusual en este país. Suiza tiene un sistema político totalmente único en el mundo, y una de sus particularidades es que la gente acostumbra a celebrar referéndums constantemente.
Hoy domingo 30 de noviembre, se celebró una fecha de referéndums, en donde el pueblo votó cuatro alternativas distintas, dos de las cuales fueron negadas, y otras dos aprobadas. Pero, qué es lo admirable de esto? Es que el pueblo suizo ha entendido, desde hace muchos años, que la soberanía no le pertenece a los políticos, sino a él mismo, y que por ende, tiene el poder de aprobar legislación que los políticos no quieren, y rechazar cosas que los políticos han aprobado.
Pero, tiene Suiza herramientas jurídicas que le den este poder al pueblo, y que nosotros no tenemos? La respuesta es no. Lo que pasa es que los ticos somos tan mansos y tan brutos (ojalá nadie se me haya ofendido en este punto), que no hemos entendido que la constitución política nos dio, desde hace varias décadas, el poder para anular aquello que los políticos hagan (o no quieran hacer) y que esté en clara contradicción con lo que verdaderamente el pueblo quiere. El artículo 105 de nuestra constitución dice así: "El pueblo también podrá ejercer esta potestad mediante el referéndum, para aprobar o derogar leyes y reformas parciales de la Constitución, cuando lo convoque al menos un cinco por ciento (5%) de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral; la Asamblea Legislativa, mediante la aprobación de las dos terceras partes
del total de sus miembros, o el Poder Ejecutivo junto con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de la Asamblea Legislativa."
Es admirable cómo la gente se organiza aquí para iniciar un referéndum. Andan en la calle, buscando firmas para hacer un referéndum y anular la compra de nuevos jets de combate para la fuerza aérea suiza, otros para modificar la forma en que los pacientes reciben medicamentos, y otros más para modificar los requerimientos de las pensiones.
Ojalá que el ejercicio del referéndum del Tratado de Libre Comercio haya sido un ejemplo para todos los costarricenses, y que de ahora en adelante, la gente empiece a gestionar las votaciones populares cuando las acciones de los políticos contradicen lo que el pueblo verdaderamente quiere.
Aquí en Suiza, los referéndums son tan usuales como ir a la iglesia el domingo. Si en nuestro país también tenemos ese recurso, por qué no lo usamos?
Blogged with the Flock Browser
No comments:
Post a Comment